Si tuviéramos que buscarle un aspecto negativo a la llegada del buen tiempo sólo podríamos señalar uno: la manera en la que se resiente nuestro pelo. El sol y la playa son los mejores aliados para nuestro espíritu y estado de ánimo pero, desafortunadamente, no tratan a nuestro cabello con la dulzura que nos gustaría. Es por ello por lo que en verano debemos aumentar el mimo a nuestro cuero cabelludo y, a ser posible y tal y como nos encanta en Belleza Solidaria, apostar por productos solidarios y sostenibles para conseguirlo.
Una de las marcas con las que podéis cumplir con vuestra misión es Biolage Raw, que lleva desde 1990 elaborando y perfeccionando champús y acondicionadores que cuiden tanto el pelo como el medio ambiente.
Para conseguirlo utiliza ingredientes como la cáscara de quinoa, la miel, el coco, la arcilla de lava marroquí, el kiwi, el jengibre, la yuca, la manteca de karité… y asegura que en todas sus formulaciones habrá al menos un 70% de componentes de origen natural.
Las veces que no es posible llegar al 100% (dado que ello impediría el resultado perfecto del cabello), Biolage se compromete a utilizar ingredientes que en ningún caso sean dañinos para el medio ambiente.
Su compromiso, de hecho, va desde el fondo hasta la forma, dado que todos y cada uno de sus envases están hechos de plástico reciclado.
Escoge tu champú y tu rutina
Confirmada su conciencia sostenible, sólo falta escoger la rutina adecuada según el caso. Si tu pelo está seco y apagado, debes apostar por la línea Nourish, compuesta de un champú elaborado a base de cáscara de quinoa (ésta se encarga de proteger el grano y si no se usara en el champú, se desperdiciaría) de Bolivia y miel y una arcilla de kaolín y coco que asegura un cabello más suave y brillante.
Si tu cabello es sensible y dañado, tu línea se llama Recover y está elaborada por un champú de yuca que le dará brillo y un acondicionador con aceite de cilantro que le aportará fuerza y manejabilidad.
Para cabellos finos y sin volumen está Uplift, con un champú compuesto de sésamo y pomelo y un acondicionador con kiwi y aceite de coco que aporta peso y añade volumen.
Una solución para cada caso y unos productos elaborados con productos naturales, sin sulfatos ni parabenos y respetuosos con el medio ambiente. ¿Qué más se puede pedir?