30/05/2018
Hoy queremos que conozcas mejor A-Derma, una marca del Grupo Pierre Fabre, nacida para dar solución específica a las pieles más frágiles, en especial las pieles atópicas. te hablaremos de su nacimiento, historia, de sus dermocosméticos y de uno de sus proyectos solidarios. Como mejor introducción empezaremos por una pregunta: ¿tienes tú una piel sensible o atópica? Aunque no sea tu caso (ahora) seguro que conoces o quizá convivas con alguien que sí la tiene. Y de hecho, a lo largo de nuestra vida, todos habremos tenido algún un episodio de sensibilidad cutánea. Así que ¡sigue leyendo! porque lo que vamos a contarte te interesará.
Para hablar de la marca tenemos que hablar de su fundador. Pierre Fabre, farmacéutico de profesión, nació en Castres (Francia) en 1926. Fue un pionero en la búsqueda y hallazgo de soluciones dermocosméticas formuladas con activos vegetales. Hoy el grupo que reúne marcas que tan bien conoces como Eau Thermale Avène, Klorante, Elancyl, Ducray, Galènic, entre otras, es reconocida en todo el mundo por el conocimiento avanzado en sustancias naturales, en dermatología termal, en biotecnología y en la creación de cosmética estéril, especial para las pieles más frágiles.
Los beneficios de la avena en la piel son conocidos desde hace siglos. Y la investigación alrededor de sus propiedades ha sido constante. Pierre Fabre vio en esta planta un tesoro para las pieles más sensibles. Por eso creó A-Derma. Se iniciaba así una extensa investigación alrededor de la avena para encontrar "la mejor" con la que avanzar en el cuidado de la piel sensible.
Existen en el mundo más de 26.000 variedades de Avena. Tras años de investigación Pierre Fabre decidió quedarse con una: la Avena Rhealba. Esta variedad asiática estuvo catalogada en peligro de extinción antes de que Pierre Fabre decidiera cultivarla en Francia.
En sudoeste de Francia, en la región de Tarn, se encuentra la Tierra de Avena. Este valle-paraíso da nombre a los campos de cultivo ecológico donde se recogen las semillas de Avena Rhealba. También aquí se alza la sede de la marca: un bello edificio-museo-laboratorio, donde la protagonista es la avena: su historia, sus cualidades, sus beneficios.
Fruto de la Botanical Expertise Pierre Fabre, que busca la excelencia de los principios activos utilizados en sus formulas, se ha conseguido establecer que es a las 12 semanas de vida cuando las plántulas de Avena Rhealba concentran en sus hojas la máxima concentración de activos antiinflamatorios e inmunoreguladores.
Es importante destacar en esta variedad la ausencia de proteínas, capaz de evitar cualquier posible sensibilización de la piel. De ahí que la Avena Rhealba sean tan preciada y su eficacia avalada por reconocidas publicaciones científicas de todo el mundo.
Estas son algunas de las líneas de la marca. Aunque, evidentemente, si tienes la piel atópica o muy sensible, lo mejor es preguntar a tu farmacéutico el programa A-Derma más indicado en tu caso.
A-Derma es miembro de la Fundación por la Dermatitis Atópica. Esta entidad trabaja en Francia y en otros países para ofrecer apoyo y formación a pacientes afectados por atopia. La atención se lleva a cabo gracias a la colaboración con hospitales y dermatólogos profesionales.
La atopia se debe a un desequilibrio en la barrera cutánea. Cuando esto sucede la piel pierde resistencia y se vuelve vulnerable. Esta enfermedad afecta a niños y adultos. Y convivir con ella no es nada fácil. Padecer atopia provoca alteraciones en día a día que repercuten en el estado de ánimo y en la relación con los demás. Es un círculo que hay que intentar romper. Y la dermatología actual lo hace posible con marcas como A-Derma y sus soluciones tópicas. La piel puede disfrutarlas en forma de cremas, geles y lociones que, aplicadas bajo el consejo profesional, son capaces de mejorar el día a día y la calidad de vida en conjunto de quien padece atopia.