09/08/2017
Para llegar hasta su objetivo, Cavallier ha combinado el ámbar gris (un elemento muy escaso que proviene de la secreción del cachalote y que adquiere valor en su contacto con el mar) con maderas, bálsamos y una combinación de cítricos (como la bergamota italiana y el limón siciliano) que aporta esa auténtica explosión de frescor.
Los ingredientes vienen envueltos en un frasco que incide en la inmensidad del océano con su color azul intenso y con su forma de piedra perfecta, evocando a las que se quedan erosionadas al llegar a la orilla.
La explosión de sensaciones queda reflejada, por tanto, en su fondo y en su forma y bajo el paraguas de una marca que derrocha solidaridad: Bulgari.La marca italiana ha sido protagonista de este blog en más de una ocasión por sus proyectos solidarios. Una de sus colaboraciones más destacadas es la que lleva a cabo con la ONG Save the Children y con la que trabaja desde 2009. Juntos han recaudado más de 50 millones de dólares a nivel mundial que han servido, entre otras acciones, para realizar más de 100 programas de educación en 33 países y ayudar a más de un millón de niños en todo el mundo.
Uno de estos programas se está llevando a cabo en Vallecas (Madrid), donde Bulgari y Save the Children están poniendo en marcha un centro que atenderá a unos 200 niños en riesgo de exclusión social.
Una fantástica labor que no hace más que aumentar nuestra admiración por la marca italiana que, por cierto, también donó 1,5 millones en 2014 para financiar la restauración de la mítica escalinata de la Plaza España de Roma.