21/07/2017
La fauna y la flora de un territorio constituye un patrimonio biológico de incalculable valor que pertenece a todos, incluidas las generaciones futuras. Aunque cada vez son más las regiones que prohíben su caza, como Portugal, el lobo es una especie cinegética (de caza) en algunos lugares.
El lobo es el controlador natural de los herbívoros salvajes y su presencia garantiza la salud de los ecosistemas, por ello la Unión Europea lo ha declarado especie de interés comunitario. La ganadería española recibe importantes subsidios desde Europa teniendo la obligación de usar prácticas respetuosas con el medio ambiente, lo que incluye convivir con la fauna salvaje.
A la caza del lobo y sus batidas indiscriminadas
Con esta campaña a favor del lobo Ibérico Lush denuncia las batidas indiscriminadas "sin tener un censo fiable del número de ejemplares que habitan en la península y autorizando la caza del lobo en cacerías de jabalí con el pago de una pequeña tasa". Añaden que estas batidas "vienen a responder más a demandas de ciertos sectores ganaderos que a criterios racionales. En muchos casos el desconocimiento o la animadversión heredada a la especie hacen que algunos sectores de la población demanden este tipo de acciones.
El tipo de ganadería extensiva moderna ha evolucionado a tener el ganado sin control en los montes públicos queriendo eliminar la fauna salvaje por ser competencia o amenaza. Eso no es un desarrollo sostenible con el medio natural". Lush aboga por alternativas y métodos para el manejo ganadero que eviten las bajas por lobo teniendo en cuenta que "la administración ya indemniza los daños por fauna salvaje al ganado".
El lobo es un elemento clave en el funcionamiento de los sistemas ecológicos naturales y en la restauración de la biodiversidad. Teniendo en cuenta su escasa variabilidad genética y el pobre conocimiento de sus poblaciones debería ser una especie protegida en España. En Portugal ya lo es desde el año 1988.
Los controles de población son medidas de gestión ineficaces. Han sido implantadas sin conocer qué individuos pueden estar realmente generando conflictos. En muchas ocasiones no se descarta que la autoría se deba a perros incontrolados (no necesariamente salvajes).
Los controles de población implican mortalidad aleatoria en una especie que forma grupos familiares muy estructurados siendo gran parte de los lobos pertenecientes al territorio de Portugal ya que al ser una especie nómada no entiende de fronteras.
Mantener una población de lobos en estado favorable de conservación. Así lo dicta la Directiva Hábitats de la UE, ya que puede ser compatible con la explotación ganadera de pastos.
El más eficiente controlador natural es el lobo. Para lograr su conservación y reducir sus ataques al ganado es fundamental disminuir la presión sobre sus presas salvajes. Esto reduciría la necesidad de los descastes de esta especie debido a la ausencia de grandes carnívoros.
Únete a la campaña firmando desde aquí la petición por una gestión científica de las poblaciones de lobo ibérico en todo el estado español