08/01/2018
Hay pequeños inventos que pueden alegrar la vida. El que te presentamos hoy, Otostick, lo es. Va destinado a dar solución a las orejas despegadas, tanto para niños como adultos. Y quien lo usa agradece un método tan sencillo de disimular la apariencia de las orejas de soplillo. Como no podía ser de otra manera, este producto tiene un lado solidario muy loable, que te vamos a contar.
Las orejas despegadas o de soplillo afectan a un 5% de la población. Y fíjate que curioso: mientras en China unas orejas prominentes se consideran señal de buena fortuna en la cultura occidental pueden suponer un complejo, tanto para niños como en adultos. La solución quirúrgica a este problema se llama otoplastia, pero no todo el mundo está dispuesto a pasar por el quirófano. En estos casos, que son la mayoría, Otostick es una buena alternativa.
Esta pequeña solución se presenta en forma de dos láminas de silicona transparente, parecidas a unas lentillas y prácticamente invisibles. Estas dos láminas se fijan oreja y en la cabeza de forma que puedan unirse y así reducen la distancia entre ambas. Además este adhesivo no presenta contraindicaciones. Pueden permanecer inalterable hasta siete días por lo que puede utilizarse a diario o en un momento concreto. Es un producto de usar y tirar que se presenta en cajas de 8 unidades. Y atención al dato: si en los adultos el corrector puede ayudar en momentos puntuales, el uso de Otostick Bebé durante doce meses corrige las orejas de soplillo de los bebés.
Otostik se vende en Farmacias, Parafarmacias y establecimientos especializados. El resultado, totalmente natural, es espectacular como puedes ver en este vídeo
https://www.youtube.com/watch?v=QHPSnlOhjOA
Los mejores inventos siempre surgen del ingenio para dar solución a un problema. En este caso fue una madre, Francisca Gamero, quien quiso mejorar el problema de su hija, que nació con las orejas despegadas. Al dormir, solía doblarlas y Gamero observó que el problema empeoraba. Y decidió sujetarlas durante la noche con esparadrapo. En una visita al pediatra olvidó retirar la cinta adhesiva y la doctora, al advertir el método, lejos de censurarlo le aconsejó que siguiera aplicándolo. Francisca se animó a buscar una solución más práctica, duradera y estética y el resultado fueron estas prácticas láminas.
¿Qué te parecen estas pequeñas grandes soluciones? pruébalo si tienes las orejas despegadas y cuéntanos tu experiencia. O recomiéndalo a quien tienen el problema y no conoce esta práctica solución. !Seguro que te lo agradecerá!
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