En un país como el nuestro, que disfruta de unas 2.500 horas de sol anuales, no es fácil evitar su radiación. Es más, en general, nos gusta sentir la caricia de los rayos. Nos pone de buen humor, nos anima -¡está científicamente demostrado!- y, por supuesto, nos aporta vitaminas tan esenciales como la vitamina D. Pero, el sol muestra su peor cara sobre nuestra piel. La fotoprotección es fundamental para obtener todos esos beneficios y, sin embargo, parecía que seguía siendo una asignatura pendiente.
La buena noticia es que, según el Observatorio Heliocare 2023, nuestros hábitos frente al sol mejoran cada año. Cantabria Labs lleva siete años realizando esta encuesta -esta vez, en una muestra de casi 10.000 personas- y los datos son más positivos cada edición. La población está más concienciada de cómo actúa la radiación solar sobre su salud y belleza y, en consecuencia, se fotoprotege más y mejor que hace unos años.
Protección solar los 365 días
Si hay una cifra destacable del último Observatorio Heliocare es que, desde 2018, las personas que usan fotoprotección todo el año han aumentado un 50%. De modo que, actualmente, seis de cada 10 encuestados afirma aplicarse algún tipo de protector solar a diario. Aunque el grupo de las mujeres son las que cumplen mejor con esta premisa, los jóvenes siguen dando pasos y un 32% incluye el fotoprotector en su rutina diaria. Otro punto importante es que más de la mitad de los encuestados, un 56%, no relaciona el bronceado con belleza, sino con daño cutáneo. Un porcentaje que hace un lustro se reducía a la mitad.
El hecho de que cada vez encontremos fórmulas más cosméticas (texturas ligeras, sin rastro blanquecino, de fácil absorción etc) es fundamental para un uso habitual. Además, es importante que los fotoprotectores se adapten y cubran necesidades específicas. Heliocare, por ejemplo, cuenta con emulsiones para pieles con rojeces; con tendencia a manchas; atópicas; con signos de envejecimiento… Esto permite que, además de protegerlas de los efectos negativos de la radiación solar, se pueda tratar, e incluso, mejorar, casi cualquier preocupación cutánea.
Buenos hábitos desde pequeños
Además de que cuanto antes integres una costumbre, más fácil es cumplirla, proteger bien la piel de los niños es básico en el largo plazo. No podemos perder de vista que el daño solar es acumulativo. Y que la piel tiene memoria. Por tanto, la exposición solar intensa durante las dos primeras décadas de vida se ha relacionado estrechamente con el fotoenvejecimiento cutáneo y la aparición de cáncer de piel. Es más, se sabe que entre un 50 y un 80% del daño inducido por la exposición solar que recibimos durante toda la vida se produce durante la infancia y la adolescencia.
Por eso, al uso de medidas físicas (sombreros, sombrillas, ropa etc) debemos sumar el de una buena fotoprotección. Pensando en los más peques, Cantabria Labs presenta este verano un stick adaptado a su piel. Gracias a su formato es cómodo y fácil de aplicar. E incluso los más peques podrán hacerlo solos. Es perfecto para reaplicar en zonas como la cara, orejas y cuello. Tiene un acabado invisible y es resistente al agua, el sudor y la arena.
Campañas para concienciar
Decíamos que para que la fotoprotección se termine de integrar en nuestros hábitos diarios, resulta fundamental contar con fórmulas atractivas. Pero, además, es imprescindible el papel de las campañas de concienciación. Cantabria Labs se esfuerza especialmente durante todo el año para difundir la importancia de la prevención frente al daño solar. Proyectos como Objetivo Cero Melanoma, con Rafa Nadal y Sara Andrés; Train your skin, junto al Real Madrid; o las colaboraciones con personajes como la entrenadora Crys Diaz son solo un ejemplo de su implicación en este sentido.