La sostenibilidad se ha convertido, afortunadamente, en un estilo de vida. Ya no basta con separar en casa los residuos para reciclar. O con elegir productos a granel, en lugar de envasados. Estas acciones siguen siendo necesarias, pero hay que sumarles multitud de pequeñas decisiones en nuestro día a día. Por ejemplo, ahora que se acercan fechas de consumo excesivo conviene es un buen momento para seguir este consejo: compra menos, elige bien y haz que dure. Un lema que se puede aplicar a objetos tan cotidianos como las gafas. ¿Quién no tiene al menos un par?
De ver o de sol, las gafas no faltan en ninguna casa. Sin embargo, puede que nunca te hubieras planteado que este accesorio también puede ayudarte en tu particular ‘objetivo de desarrollo sostenible’. Toma nota de los siguientes consejos y tu mirada lo agradecerá en todos los sentidos.
Elige tus gafas con cabeza
Conceptos como el ‘comprar por comprar’ o el fast fashion han fomentado el exceso de consumo de artículos muy baratos en detrimento de su calidad, producidas en lugares con bajos estándares medioambientales y sociales. Son marcas para ser consumidas vorazmente, sin pensar. Por eso, el primer paso hacia una mirada más sostenible es elegir tus gafas nuevas con cabeza. Marcas como Miller and Marc te lo ponen fácil: combinan diseños atemporales y súper atractivos con altos estándares de calidad y un sólido compromiso social y medioambiental.
En cualquier caso, compartimos contigo algunas pistas para que tu compra sea, a partir de ahora, mucho más consciente:
- Compra gafas que puedan ser arregladas o restauradas. Si la marca no ofrece servicios de reparación que promuevan la recuperación antes que la compra, mala señal. Algunas opciones interesantes son el reemplazo de cristales (válido si se han arañado o cambias de graduación); la reparación de la montura o el pulido y restauración de la misma. Todo para alargar al máximo la vida útil de tus gafas.
- De buena calidad. Sabemos de sobra que, en términos generales, lo barato sale caro. Y al hablar de la vista, mucho más. Las monturas y lentes de alta calidad no son solo un seguro para tus ojos, sino que también son una pista de que la marca apuesta por la durabilidad.
- Chollos, los justos. Es evidente que a todos nos interesa un buen precio. Por ejemplo, las ofertas de gafas progresivas en ópticas son una gran oportunidad ya que estas lentes suelen ser muy caras. Pero huye de los chollazos. Piensa que vender unas gafas graduadas por menos de 90 euros es imposible de forma responsable y sostenible.
- Comprometidos y transparentes: Son cada vez más las compañías que apuestan por compartir públicamente su impacto medioambiental y social. Dedica un tiempo a informarte de esto (es suficiente con buscar en su web, si tienen un apartado de compromiso; cumplimiento de ODS; RSC o similar).
Haz que duren
Una vez compres tus gafas, la responsabilidad de que estas duren es tuya. ¿Qué puedes hace por ellas? Mucho más de lo que piensas: desde dejarlas siempre cerradas; limpiarlas con su gamuza (¡ni la camiseta ni el paño de la cocina valen!); guardarlas en su funda o quitártelas con ambas manos. Son buenas costumbres que evitarán los arañazos o los desajustes en la montura.
Otra buena idea es apostar por diseños atemporales. Ojo, que esto no es sinónimo de aburrido. Pero eligiendo piezas icónicas es más fácil que estas no pasen de moda. Un último tip: cuando tus gafas ya no den más de sí, no las tires. Recíclalas. Servicios como el programa Reutiliza, de Miller and Marc, son una estupenda opción. Porque, como te decíamos, incluso unas gafas usadas pueden apoyar la economía circular y sostenible.