Jorge Bucay y el elefante encadenado

Si quieres tener un blog y aún no conoces a Isabel Leyva, de Mamá, quiero ser Blogger déjame que te la presente y que te recomiende, además, que no te la pierdas. Desayunar con ella cada domingo es uno de los mayores placeres de alguien que empieza en el mundo digital y cree que arrancar es imposible. Porque cuesta y mucho, no lo vamos a negar. Pero ella te ayuda a no tirar la toalla.

¿Por qué hablo de Isabel y en el título aparece un elefante y Jorge Bucay? Porque uno de los mails de Isabel me ha traído esta anécdota del Elefante Encadenado que comparto aquí para quien quiera disfrutarla (la dejo para el final).  Al ver que su autor era Jorge Bucay me he acordado de la entrevista que hice a este famoso psicoterapeuta hace años como colaboradora de la revista Silueta.

/Inciso/: Me ocurre muchas veces pero seguro que no soy la única: una cosa me lleva a la otra y esta web me da la oportunidad de dar las gracias a Isabel y recuperar  (en el baúl de los recuerdos) esta entrevista cuyo contenido en mi opinión, sigue vigente.

¿Qué tiene que ver con Belleza Solidaria? Creo que todo lo positivo, que motive e impulse a mejorar es bueno y tiene cabida en este proyecto. Aquí os la dejo.

Entrevista a Jorge Bucay (Publicada en la revista Silueta)

“Casi todas las preguntas pueden responderse con un: Sí, pero no tanto” (Jorge Bucay)

Es afable y rebosa un optimismo que se contagia al instante. Este médico y psicoterapeuta argentino se ha convertido en todo un fenómeno de masas. La clave de su éxito son los cuentos. Historias que mezclan la realidad y la ficción, y que ayudan a conocernos un poco mejor.

Rosa Girona. En España se le quiere mucho.

Jorge Bucay. Aquí tengo que decir aquello de “Yo empecé primero”. Me enamoré de España mucho antes de que se me conociera.

 

RG. ¿Para quién considera indicada la terapia Gestalt que usted practica?

JB. Es adecuada para tratar las neurosis cotidianas de gente como tú y como yo que no tenemos claro qué nos pasa. En caso de trastornos más graves recomendaría un médico psiquiatra que debe decidir si es necesaria medicación o no.

RG. Gestalt, conductista, individual, colectiva, psicoanálisis, psicodrama, ¿cómo elegir el modelo terapéutico más adecuado a nuestro caso?

JB. Esta es la gran labor del terapeuta. Personalmente creo que es el terapeuta quien debe elegir a sus pacientes y no aceptar aquellos a lo que no puede ayudar.

RG. Póngame un ejemplo, por favor.

JB. Un día vino a verme un paciente que tenia fobia a los lugares cerrados y sobre todo a los ascensores. Acudió a mi consulta porque en su empresa lo habían ascendido y tenía que trasladar su oficina al piso treinta y tanto de un alto edificio. Él me comentó: “Voy a renunciar porque yo no puedo subir y bajar treinta pisos cada día”. Al analizar su caso le contesté que yo no podía ayudarle pero sí que podría hacerlo un médico amigo mío conductista. Este amigo tomó al paciente y se dedicó durante dos meses a entrenarlo para que pudiera viajar solo en ascensor. Durante este tiempo subió con él en ascensor, visitaron juntos una fábrica de ascensores donde pudo observar cómo funcionan los mecanismos de seguridad. Le enseñó a salir de un ascensor que se detiene. Le explicó por qué un ascensor no puede quedarse sin aire. Con el tiempo lo dejó sólo y le esperó en el primer piso… En resumen: la tarea que hizo fue maravillosa. Al cabo de dos meses el paciente ya podía subir sólo.

RG. ¿Se curó?

JB. No exactamente puesto que más tarde desarrolló un miedo y pánico a volar en avión que antes no tenía y que trató conmigo. Con esto quiero decir que hay que tener la humildad y la disposición de servicio para entender que este paciente necesitaba ayudas diferentes.

RG. ¿Un terapeuta lo tiene todo resuelto?

JB. Se supone que el terapeuta ha pasado por un entrenamiento personal por el que revisa los grandes temas de la vida. Debe tener resuelta su relación con sus padres: o lo odia o los ama, pero es una cuestión que debe resolver. Su postura frente a los temas religiosos: cree, no cree, le da lo mismo. Sea lo que sea, debe tenerlo resuelto. Ha de tener muy clara su posición frente a la muerte: la suya propia y la de los demás. Debe resolver su identidad sexual: no importa si es homosexual, bisexual, pentasexual… pero debe tenerla resuelta. Por último debe tener claro su proyecto de vida. Aunque lo cambie pasado mañana da igual, pero al menos debe tenerlo claro.

RG. ¡Hay mucha gente que se muere sin haber resuelto ni la mitad de estos grandes temas!

JB. Pero esa gente no se dedica a ser terapeuta. Un terapeuta honesto no toma un paciente hasta que no tiene resuelto estos grandes temas.

RG. Háblenos de la relación hombre-mujer.

JB. En este último siglo la mujer ha avanzado mucho más que el hombre, porque ha incorporado el lado masculino a su personalidad femenina. En cambio el hombre no. Algunos han avanzando un poquito en el descubrimiento de su feminidad. Otros se han asustado porque confunden sensibilidad con debilidad y se resisten a aceptar el lado femenino. En realidad lo que ahora necesitamos los hombres es que las mujeres nos enseñen. Comprometer a la mujer para que en lugar de reprochar y criticar, en lugar de superar y vencer, en lugar de competir continuamente con nosotros nos ayude a conquistar este lado femenino.

Los hombres y las mujeres somos diferentes y en esta diferencia está lo que nos falta. El día que podamos fundir los dos lados seremos dioses.

RG. ¿Cómo podemos hacerlo?

JB. Es tarea de las madres educarnos en la igualdad desde niños. No cuando ya somos mayores y es demasiado tarde.

RG. ¿Cree que es la misma madre la que propicia las diferencias?

JB. ¡Claro que si! Ella empieza cuando le dice al niño de 5 años: “No está papá y tu eres el hombre de la casa” o cuando le regaña “los hombres no lloran” o le halaga “este es mi hombrecito”. Ella empieza, después la sociedad sigue.

RG. Se acusa a la mujer de cometer los mismos errores que el hombre, cuando alcanza el poder.

JB. Eso es natural. Siempre que un grupo conquista el poder copia conductas del que lo ocupaba. “Rebelión en la granja” de George Orwell lo retrata de forma muy clara. En el caso de la mujer esto forma parte de un proceso que no termina aquí. Y ojalá no termine aquí porque no se trata de invertir roles.

RG. ¿A dónde deberíamos llegar?

JB. Hemos de entender que los hombres no son más que las mujeres ni las mujeres más que los hombres. Y que tampoco son iguales . Hay que entender que somos diferentes y que en esta diferencia está lo que nos falta a cada parte. ¡El día que podamos fundir los dos lados seremos dioses!

RG. ¿Lo conseguiremos?

JB. Yo creo que será posible en unas dos generaciones. Cuando las mujeres ilustradas e iluminadas del presente eduquen a sus hijos en esta igualdad.

RG. Otra pregunta…

JB. La respuesta es “No tanto”.

RG. ¡Pero si aún no se la he formulado!

JB. Ya verás como puedo contestarla con estas palabras, porque casi todas las preguntas de este mundo pueden contestarse con un “Si, pero no tanto”.

Jorge Bucay

RG. Blancanieves y la manzana envenenada. La cenicienta maltratada. El lobo que se come a la abuela de Caperucita. ¿Por que los cuentos infantiles son tan crueles?

JB. Mi respuesta es: sí, son crueles, ¡pero no tanto! (Se ríe a carcajadas). La trama es cruel. Lo que hace el cuento es representar metafóricamente lo que al niño ya le está preocupando darle salida. Le ayuda a encontrar una solución.

RG. ¿Un cuento enseña a ”salir” como el doctor al hombre del ascensor?

JB. Exactamente. Cuando el gato con botas se enfrenta al ogro y lo vence, en realidad simboliza al niño que supera el miedo a su padre. La imagen es cruel, pero lo que sucede es aleccionador. Así son los cuentos.

RG. ¿Cree en Dios?

JB. No tanto como para estar dependiendo de que me cuide, de que haga las cosas que yo no hago, que se ocupe de lo que yo no me ocupo. Sí que creo, pero no para eso sino como un modelo o referencia.

RG. Agnóstico, entonces.

JB. Si…¡ Pero no tanto!

Los cuentos sirven para dormir a los niños y despertar a los adultos.

Dos cuentos para pensar… de Jorge Bucay

Sobre los errores

Un médico encargó a un carpintero una estantería para su consulta. Como la estantería se demoraba, el médico se fue al taller del carpintero y vio como estaba trabajando en su estantería. Vio también que la madera principal tenia una grieta enorme y cómo el carpintero estaba poniendo masilla para taparla, para que nos se viera. El médico se cruzó de brazos detrás de él y el comentó: “Así que tapas tus errores con masilla”, a lo que el carpintero respondió “peor eres tu, que tapas los tuyos con tierra”.

Sobre el hombre de la mujer

Cuando el ser humano fue creado no era ni hombre ni mujer: era hermafrodita, tenía los dos sexos. Los dioses del Olimpo estaban tan celosos de su perfección que llegaron a tener miedo de que conquistaran el Olimpo. Entonces hablaron con Zeus para que los matara, para que destruyera la raza humana. Pero Zeus quería más a los seres humanos que al resto de las criaturas de la creación y decidió que no los mataría sino que los partiría en dos: en hombre y en mujer. Y esto los volvió más débiles, porque les hizo renunciar a la mitad de su potencialidad. Si este mito es verdad tenemos que pensar que cada vez que un hombre o una mujer conquista su “otro lado”, se vuelve más poderoso, se acerca a lo perfecto.

Jorge Bucay, el moderno trovador

Nació en Buenos Aires, Argentina (1949). Es médico especialista en enfermedades mentales. Es psicodramatista y psicoterapeuta. Practica la Gestalterapia. Esta terapia de grupo se inscribe en la corriente norteamericana denominada psicología humanista, aparecida en los años sesenta, que tiene por objetivo movilizar los recursos del individuo a fin de permitirle convertirse en una persona total.

Los libros de Jorge Bucay

Jorge Bucay es autor, entre otros, de Cartas para Claudia (1989), Recuentos para Demián (1994), Cuentos para pensar (1997), De la autoestima al egoísmo (1999) y Amarse con los ojos abiertos (2000), publicadas por Editorial Del Nuevo Extremo, es autor también de los cuatro libros que constituyen la serie Hojas de Ruta (Sudamericana / Del Nuevo Extremo), publicados entre 2000 y 2002: El camino de la autodependencia, El camino del encuentro, El camino de las lágrimas y El camino de la felicidad.  “Shimriti”, de la Ignorancia a la Sabiduría.

Sus libros son best-sellers en México, Uruguay, Chile, Costa Rica, Venezuela, Puerto Rico y España, y han sido traducidos para su publicación en Estados Unidos, Inglaterra, Corea, Hungría y Brasil, ente otros.

Actualmente no realiza tareas asistenciales. Su actividad profesional se centra en acompañar a sus libros y en su tarea como editor de la revista de psicología positiva Mente Sana.

https://www.youtube.com/watch?v=BJfmBjHBikQ

 

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