Cuando Katia Simone concede esta entrevista a Belleza Solidaria aún faltan unas semanas para su viaje anual al continente africano. La cofundadora de AOKlabs se encuentra entre nerviosa, llena de ganas y algo agobiada. Esta vez la familia tiene un nuevo miembro: Piero ha tenido una hermana pequeña, África, que, en el momento de este encuentro, no había cumplido un año. Y la logística, evidentemente, se complica. Pero Katia está deseando que llegue el momento ya que se trata de una ocasión muy especial.
Además de visitar, como hacen cada año desde 2020, a las cooperativas de mujeres con las que trabaja en Ghana, Simone y su marido Fran Morales supervisarán los últimos detalles de un proyecto muy importante. Se trata de la construcción de un pozo que transformará vidas, ya que facilita el acceso a agua potable a más de 3.000 personas en Ghana.
«En estas comunidades la gente tiene que andar unos 30 kilómetros para conseguir agua que no es potable. Pero el agua no es un lujo, es un derecho. Por eso este proyecto refleja nuestro compromiso con el bienestar con las comunidades con las que trabajamos y nuestro empeño por generar un impacto positivo duradero», explica la empresaria. Durante la conversación menciona varias veces esa responsabilidad de la que está firmemente convencida. Y, lo cierto, es que lo contagia. Tanto que dan ganas de hacer la maleta y marcharse con ella a comprobar in situ cómo AOKlabs está consiguiendo cambiar la vida de tantas personas.
La solidaridad, en el ADN de AOKlabs
CRISTINA MARTÍN FRUTOS-BELLEZA SOLIDARIA. Hace ya cuatro años que AOKlabs empezó a vender sus productos en farmacias. Para quien aún no conozca la marca, explica sus orígenes..
KATIA SIMONE. Para empezar, nuestra marca nació siendo sostenible y ecológica; apoyando la igualdad y el empoderamiento femenino. Llevamos en el ADN ser solidarios. No está impostado. De hecho, cuando en 2016 empecé, junto a mi marido, a darle vueltas a la idea simplemente quería dar a conocer un producto -la manteca de karité- que a mí me funcionaba para cuidar la piel de mi hijo Piero, que tenía alergia a la proteína de la leche de vaca. Después, en 2020, nos conformamos como sociedad limitada para que en las farmacias nos tomaran en serio. Pero a día de hoy, me sigue sorprendiendo cómo hemos llegado hasta aquí.
Muchas otras marcas usan manteca de karité, ¿qué tiene la de AOKlabs?
Nuestro oro africano es diferente. Lo primero porque usamos la materia prima sin procesar. Y, además, porque la fabrican mujeres africanas. Trabajamos con dos cooperativas en Ghana (África), en Nakunga y Kanvili. Empezamos con 56 mujeres a las que les encargamos una tonelada. Y hoy, son 250 mujeres que nos fabrican más de 20 toneladas al trimestre. Ellas procesan la manteca de forma artesanal, ancestral y por primera presión en frío lo que mantiene intacto su olor y sus propiedades.
Explícanos, brevemente, por qué es tan importante para esas mujeres contar con una fuente de ingresos estable
Las mujeres allí se encargan de la educación y salud de sus hijos. Por eso es fundamental que tengan indepencia financiera. Además, nosotros trabajamos con ellas a través de Comercio Justo certificado. Aunque trabajan con otras empresas, AOKLabs representa el 90% de sus ingresos. Por eso, la responsabilidad que tenemos con ellas es también muy grande.
El consumidor de cosmética es cada vez más exigente. ¿Qué busca el usuario de AOKlabs?
El consumidor actual quiere saber quién está detrás de la marca; qué valores tiene; si van en consonancia con los suyos, si son realmente sostenibles… Y en concreto, quien usa la cosmética de AOKlabs, además de cuidar su piel o la de los que quiere, sabe que forma parte del cambio.
Katia Simone: la importancia de saber levantarse
¿Cómo se pasa, en solo cuatro años, de comercializar una primera tonelada a estar presente en 2.500 farmacias españolas y tener presencia en Portugal, Mozambique y Cabo Verde?
El crecimiento ha sido muy rápido y te tienes que adaptar al cambio. No nos hemos quedado en el ‘celebreo’. Sino que desde el principio nos hemos enfocado en crecer, trabajar, ayudar, expandirnos y hacer buen marketing y comunicación. Por supuesto, no habría sido posible sin un gran equipo alrededor como el que tenemos. También quiero destacar que todo lo hemos hecho con pulmón: ni inversores, ni financiación, ni préstamos.
Katia, qué ha sido lo más difícil durante este tiempo…
Chocarnos tantísimas veces contra la pared. A veces es como si nadaras contra corriente. Aunque más que la caída lo difícil es volver a empezar. Pero, al mismo tiempo, lo mejor es la manera en la que sabemos levantarnos. Hemos cogido una agilidad tremenda. De hecho, yo no distingo entre empresas grandes o pequeñas; sino entre empresas rápidas y lentas para escuchar al consumidor, saber lo que quiere y adaptarse a dárselo.
Todas las patas de la sostenibilidad
Decías que lleváis la sostenibilidad en el ADN. Además de proyectos como la próxima construcción del pozo de agua, ¿qué acciones lleváis a cabo?
Lo cumplimos en todos los aspectos. Por ejemplo, somos papel cero. Y huella cero.También cumplimos con los puntos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. No dejamos de ser una empresa y un negocio, pero intentamos fomentar el no consumismo. Nuestra filosofía es ser minimalista en la formulación y en los propios productos, que son versátiles y se pueden emplear para varias funciones.
Además del trabajo corporativo habéis puesto en marcha la Fundación Katia Simone…
La constituimos el año pasado para poner en marcha proyectos concretos. Uno es la construcción del pozo de agua en Nakunga. El otro, es mejorar las condiciones del colegio de Kanvili. Son las dos aldeas de Ghana donde se encuentran nuestras cooperativas. Desde que lanzamos la línea Oro Kids, para niños, se dona un euro a la fundación por cada producto vendido. Luego, en España colaboramos con AMAMA, la Asociación de Mujeres con
Cáncer de Mama de Sevilla. Impartimos talleres de autocuidado, donamos Oro Africano y la compra del Oro Africano a través de la web de la asociación se destina íntegramente a la investigación del cáncer.
¿Cuáles son, a día de hoy, los objetivos de AOKlabs?
Nuestro objetivo sigue siendo cambiar la visión del continente africano y traer a España el concepto de cosmética africana. Además, queremos contribuir a empoderar a la mujer africana y transmitirles que forman parte de algo. Por otro lado, queremos que nuestro cliente se sienta parte de un cambio, de un movimiento.
¿Y los proyectos más cercanos?
Queremos seguir expandiéndonos. Ahora planeamos abrir mercado en Estados Unidos… Y, luego, me encantaría ayudar a esas mujeres que estén planteándose pasar de emprendedoras a empresarias. A mí he habría encantado tener más orientación.
Katia, para terminar, ¿qué has aprendido de las mujeres africanas con las que trabajas?
Cada vez que voy y estoy con ellas aprendo mucho. A darle más valor a las cosas. Y, entonces, la vida empieza a tener otro sentido. Aquí tenemos comodidad, facilidades, pero no las ponemos en valor y nos quedamos solo con lo material. Allí se le da mucha más importancia a lo emocional. Es tan importante vivir en conexión con uno mismo, que lo material se deja de lado. He crecido mucho a nivel profesional, personal y solo quiero que cualquier cosa que tenga que hacer en mi vida sea siempre para mejorar mi alrededor.
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