René Furterer, Klorane. Avène. A-Derma. Ducray. Darrow Laboratorio (si nos lees desde Brasil)…. Seguro que tienes una o varias de estas marcas en casa. Para proteger la piel del sol, cuidar el cabello, reforzar tu piel sensible o calmar la piel atópica de tu familia. Todas ellas pertenecen al Laboratorio Pierre Fabre. Hoy queremos que conozcas su lado humanitario, que quizá desconoces… El Laboratorio Pierre Fabre pertenece a una Fundación que también lleva el nombre de su Fundador. Dicho de otro modo: la Fundación Pierre Fabre es el accionista mayoritario del Grupo Pierre Fabre, con una participación del 86%. Este es un modelo único, que permite que los beneficios del grupo financien de manera sostenible las acciones de la fundación. Sin embargo, la fundación no participa en la gestión operativa del grupo, sino que se concentra en cumplir sus misiones humanitarias y de desarrollo.
El origen de la Fundación Pierre Fabre y su principal objetivo
La Fundación fue impulsada en 1999 por el señor Pierre Fabre tras un viaje a Níger, donde observó la problemática de la dispensación de medicamentos falsos. Desde entonces y hasta ahora esta organización reconocida de utilidad pública se dedica a mejorar el acceso a la salud en todo el mundo. Su misión se centra en proporcionar medicamentos y cuidados de calidad a las poblaciones más desfavorecidas, principalmente en el Sur Global.
Estas son las cinco áreas principales de intervención de la Fundación:
Dermatología
En Mali y Tanzania, la Fundación trabaja en la prevención y tratamiento de cánceres de piel, especialmente entre las personas con albinismo, quienes están particularmente en riesgo debido a la falta de protección solar y atención médica adecuada.
Formación de Profesionales Sanitarios
La Fundación Pierre Fabre financia la formación de farmacéuticos en Vietnam, Camboya y Laos, proporcionando material pedagógico y becas. Esta formación es crucial para mejorar la capacidad local de manejar medicamentos y ofrecer una atención sanitaria de calidad.
La Fundación Pierre Fabre se creó en 1999, después de un viaje de Pierre Fabre a Níger donde observó la problemática de la dispensación de medicamentos falsos.
Acceso a una Sanidad de Calidad
En el Líbano, la Fundación opera con una unidad médica móvil que brinda atención sanitaria a los refugiados sirios. Esta iniciativa es vital para asegurar que las poblaciones desplazadas por conflictos reciban cuidados médicos esenciales.
E-health (Salud Digital)
La Fundación ha creado un observatorio en los países del Sur Global para desarrollar y mejorar la e-health. Esto incluye el uso de tecnologías digitales para mejorar la accesibilidad y la calidad de la atención médica.
Lucha contra la Drepanocitosis
En Malí, la República Democrática del Congo (RDC) y Togo, la Fundación realiza estudios de validación clínica del cribado rápido de la drepanocitosis, una enfermedad hereditaria de la sangre que requiere diagnóstico y tratamiento temprano para manejar eficazmente sus síntomas y complicaciones.
Reconocida por su imparcialidad e independencia, la Fundación Pierre Fabre es una entidad con fines estrictamente humanitarios.
Desde hace más de 20 años, la Fundación Pierre Fabre ha implementado y desarrollado programas a largo plazo en colaboración con una red de socios locales, incluyendo hospitales, universidades y asociaciones de pacientes. Con 35 programas en 43 países, la fundación ha tenido un impacto significativo en la mejora del acceso a la salud y la calidad de vida de las poblaciones vulnerables.
La Fundación también apoya a figuras destacadas como el Dr. Denis Mukwege, un cirujano ginecólogo y Premio Nobel de la Paz 2018, conocido mundialmente por su labor en la cirugía correctiva de mujeres víctimas de violencia sexual en la RDC. Desde 2018, la fundación respalda su trabajo, reconociendo la importancia de su contribución a la salud y los derechos humanos.
Reconocida por su imparcialidad e independencia, la Fundación Pierre Fabre es una entidad con fines estrictamente humanitarios. Este estatuto le permite recibir fondos públicos, donaciones y legados. La fundación cuenta con la supervisión de dos representantes del Estado en su consejo de vigilancia y sus cuentas son auditadas por un auditor externo, garantizando así la transparencia y el buen uso de los recursos.
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