Según la farmacéutica Rocío Escalante, titular de Arbosana Farmacia y experta en dermocosmética, la clave para que nuestro pelo esté brillante, suave, con volumen… es que lo cuidemos con los productos adecuados. Y para encontrarlos hay que tener en cuenta tanto el estado de nuestro cuero cabelludo, como el de la melena. Con esta guía podrás encontrar el mejor champú, mascarilla y demás productos de cuidado capilar, para tu pelo. Suyos son los consejos para cuidar el cabello con eficacia y nuestras las recomendaciones de algunos productos de marcas capilares que, mas allá de su calidad, tienen proyectos solidarios que nos gusta compartir. ¡Esperamos que te gusten!
¿Cómo es tu cuero cabelludo?
A la hora de elegir tu rutina capilar tienes que definir cómo está tu cuero cabelludo y el estado del cabello, de medios a puntas. Tipos de cuero cabelludo:
– Seco: presenta descamación y picor. En tal caso deberás elegir productos suaves e hidratantes, y no abusar del secador. Además, aconsejo limitar el lavado a cuando sea necesario, e incorporar una vez a la semana un aceite capilar.
– Graso: se produce por una hiperseborrea que acumula sebo en las raíces, haciendo que tenga un aspecto aplastado y sucio. Este tipo de cuero cabelludo hay que lavarlo siempre que sea necesario, es más perjudicial dejar la grasa que eliminarla a diario. Aconsejo productos que incluyan activos con propiedades antifúngicas y antisépticas: zinc, curbicea, melaleuca.
– Sensible: se identifica por el picor, la quemazón, el enrojecimiento, y la incomodidad habitual que pueden causarla el calor, el frío, la contaminación, el estrés o los propios productos que se usan. Hay que elegir champú con propiedades calmantes que incluyan activos como la menta o el eucalipto.
Para cuidar el cabello… ¡primero hay que conocerlo!
– Seco o muy seco: si después de lavarlo, no puedes desenredarlo a no ser que te pongas un acondicionador o crema de peinado, tu cabello es seco. Suele presentar las puntas abiertas y su aspecto es débil y quebradizo. Elige productos que hidraten y nutran. En tu rutina no puede faltar una mascarilla después del champú y tampoco un aceite antes del lavado.
– Coloreado: el peño teñido o con mechas suele ser seco, áspero y sin brillo. Recomiendo utilizar productos para su cuidado sin sulfatos, protegerlo en verano del sol con protectores solares capilares, utilizar mascarilla al menos una vez a la semana y sprays que ayuden a dar brillo y proteger el color.
– Cómo cuidar el cabello Fino y sin volumen: es un cabello que se enreda fácilmente y que le falta volumen. Aconsejo evitar las siliconas que dan peso y lo chafan. El champú en seco y los sprays texturizantes y voluminizadores te ayudarán a darle volumen.
– Decolorado: es aún mucho más seco y sensible que el coloreado, porque se trata de un proceso más agresivo. Tendrás que utilizar champús con pigmentos violetas para matizar la oxidación del tinte y mascarillas para aportarle la hidratación y nutrición que necesita.
– Gris, blanco o con canas: si has decidido no teñirte las canas y luces el pelo gris, para que esté bonito hay que elegir productos que neutralicen los tonos amarillentos que lo afean. Suelen ser los mismos que aconsejo para cuidar el cabello decolorado.
– Ondulado: ni liso ni rizado. Para lucirlo liso tendrás que recurrir a planchas y secadores, para lo cual, aplica antes un protector del calor. Si quieres mantener la onda, las cremas de peinado y los sprays texturizantes se convertirán en tus aliados.
– Rizado: es un cabello seco, quebradizo, poroso, sin brillo… Necesita mucha nutrición e hidratación para que el rizo esté definido.