Todo esto que ves en la palma de esta mano son restos de plástico y otros materiales ingeridos por una tortuga. Para analizar el nivel de contaminación marina se utiliza a las tortugas como bioindicadores. Y gracias a la colaboración de los Laboratorios Dermatologicos SVR Y CRAM (una Fundación Privada sin ánimo de lucro) se ha llegado a determinar en un interesante estudio que el 85% de las tortugas marinas presentan macroplástico.
«Hay un compromiso mútuo entre nuestra compañía y CRAM porque tenemos un proyecto común (el mar) y una responsabilidad común (protegerlo)», en palabras del director General de SVR en España, Philippe Bruneau.
Este trabajo alrededor de las tortugas como bioindicador se inició hace 5 años. Y en este último ha contado con el patrocinio de SVR. Durante el año 2023 fueron atendidas, desde el Área de Clínica y Rescate de la Fundación CRAM, un total de 54 tortugas marinas. Todas ellas de la especie Caretta caretta. De éstas, se obtuvieron un total de 41 muestras, entre heces y contenido digestivo. Y en ellas ha aparecido plástico a nivel macroscópico en el 85% de las muestras analizadas.
SVR y CRAM, juntos para conocer el grado de contaminación marina
Gracias al gran volumen de tortugas marinas y a la implicación en la conservación marina, la Fundación CRAM obtiene una valiosa información sobre el estado de contaminación del mar. Para determinarlo en cifras, CRAM inició un importante estudio para conocer el estado de contaminación marina del Mediterráneo. Y para obtener conclusiones se utilizó a la tortuga marina como bioindicador. Este estudio ha contado con la colaboración de Laboratories SVR quien reafirma su compromiso con esta Fundación.
CRAM analiza la presencia de plástico de las tortugas marinas través de las heces. También se estudia el contenido digestivo en el caso de las necropsias y el número de animales enredados en basura marina. Estas tortugas llegan al Centro de Recuperación de la Fundación CRAM heridas por diferentes motivos y una vez recuperadas se las deja en libertad.
La tortuga como bioindicador
Cabe destacar que las tortugas marinas tienden a ingerir desechos plásticos o a enredarse en ellos. Además de tener una gran distribución espacial utilizan todos los compartimentos marinos (desde el fondo a la superficie). Esta movilidad las convierte en un gran bioindicador del estado de contaminación de los mares.
Durante el año 2023, se han analizado un total de 36 muestras de heces de tortuga marina en recuperación. Y en en el 89% de ellas han aparecido restos de plástico. El más habitual es del tipo lámina (29%), seguido de filamentos (12%) y de fragmentos plásticos (12%).
También se han obtenido muestras de las 6 necropsias a tortugas marinas realizadas en el 2023. De éstas, se encontraron restos plásticos en 5. El acúmulo de plásticos en el tracto digestivo no fue la causa de su muerte, pero en varios casos sí produjo enteritis severa (inflamación, aguda o crónica, del intestino delgado) lo que produce dolor, anorexia y compromete inmunológicamente al animal. En el caso de la paciente 44 se encontraron varias perforaciones intestinales cuyo origen sí pudo ser la ingestión de los tornillos que expulsó durante su estancia en el centro, por lo que sí se determinó que ésta ingesta fue la causa de la muerte.
El rescate: un momento crucial
CRAM también ha atendido 3 tortugas marinas con enmalles en una de las aletas. En un caso fue necesaria la amputación. Los expertos de CRAM informan siempre a los visitantes de sus instalaciones que, en caso de encontrarse con un animal enredado, «nunca se debe retirar el material causante del enmalle, y se debe llamar inmediatamente al 112 para procurar una asistencia veterinaria que aumente las posibilidades de recuperación del animal«.
Conclusiones para reflexionar
El estudio de CRAM pone en evidencia al plástico en sí como contaminante y al plástico actuando como una esponja química ante sustancias nocivas para la salud, como puede ser el mercurio.
Estos altos porcentajes de restos plásticos en el interior de las tortugas indican que el mar contiene gran cantidad de residuos de este tipo. Y esto influye no solo en la vida marina, si no en la vida de todos los habitantes del planeta ya sea por consumo de productos del mar como por el ciclo del agua.
Los océanos son una de las principales reservas de biodiversidad en el mundo, constituyen más del 90% del espacio habitable del planeta y contienen unas 250.000 especies conocidas. Los océanos y la vida que contienen son fundamentales para el funcionamiento saludable del planeta, ya que suministran la mitad de oxígeno que respiramos y absorben anualmente un 26% de las emisiones antropógenas de dióxido de carbono emitidas a la atmósfera.
Acerca de Laboratories SVR
SVR es un laboratorio francés creado en 1962 por una mujer farmacéutica, Simone Véret, junto con su marido Robert, con la vocación de innovar en el desarrollo de tratamientos concentrados para una máxima eficacia y tolerabilidad. La marca garantiza un cuidado único desarrollado por los mejores dermatólogos con el objetivo de ofrecer soluciones dermatológicas para las pieles más frágiles y sensibles. Sus productos tienen altas dosis de principios activos para unos resultados rápidos y visibles que generan confianza y bienestar. Después de más de 60 años, SVR sigue creciendo fiel a sus valores. Valores como la autenticidad y la transparencia, combinado con una seriedad y una calidad ejemplares. En SVR están convencidos de que la dermatología realza LA belleza y que SVR acompaña cada día para ayudarnos a sentirnos a gusto en nuestra piel.
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